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Alabanza y Adoración

            Desde el inicio de la obra en el año 2014, se consideró muy relevante desarrollar un ministerio de alabanza y adoración para la Iglesia local. Por ello, y a pesar de las carencias de espacio en la casa pastoral, dado que las reuniones se realizaban en el living-comedor de la misma, la pastora Lisette Ramos, comenzó a formar un equipo en esta área, que inicialmente contaba, con la participación de Bárbara Salgado, Lucas Moreira y Alexander Lemos. Un teclado y dos guitarras eran suficientes para guiar a la congregación en hermosos momentos de comunión espiritual. La sencillez de las reuniones, eran un aliciente para la alegría y el fervor espiritual con que se adoraba al Señor.

            En el curso del tiempo y en la medida que se desarrollaban pequeños eventos, se requirió añadir nuevos instrumentos y voces. Una caja peruana, un pandero y un pequeño sistema de amplificación sirvieron para dar otro paso. Se sumaron al ministerio, Ronald, Fernando, Gimena, Santiago, Rodrigo, Dreicy y Laura.

           Desde el año 2017 y junto a la consolidación de las reuniones en el templo de la ACyM de Montevideo, ubicado en el sector de Tres Cruces, se sumaron al ministerio Magela, Anita y Sebastián. También se adquirió un nuevo sistema de amplificación, acorde a las prestaciones requeridas para el nuevo espacio acústico. El ministerio enfatizó los ensayos sistemáticos previos a las reuniones de sábado y domingo, así como la preparación de alabanzas para reuniones especiales, lo cual resultó fundamental en el proceso de madurez espiritual, tanto de los miembros del ministerio, como de toda la Iglesia.

           Aún hoy, en tiempos de pandemia, vemos con regocijo que el gozo de alabar al Señor no ha menguado, por el contrario, están buscando nuevas formas de alabanza y aun por medios virtuales siguen cantando y glorificando a nuestro Señor.

“Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido.”

Colosenses 3:16 (NTV)