2 – CREEMOS en Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad Divina. Que Él es eternamente uno con el Padre. Que fue encarnado por la obra del Espíritu Santo. Que nació de la Virgen María. Dos naturalezas completas y perfectas fueron unidas en una persona, verdadero Dios y verdadero Hombre.
3 – CREEMOS que Jesucristo murió por nuestros pecados, que resucitó, y que con su cuerpo glorificado, ascendió al cielo donde intercede por nosotros.
Rom. 5:8- 14:9– 1 Cor.15:4– Jn. 3:16– Lc.24:6, 51– Hch. 1:11– Rom. 8:34.
4 – CREEMOS en el Espíritu Santo, la tercera persona de la Divina Trinidad, quien convence al mundo de pecado, regenera a los que se arrepienten y creen en Cristo como su Salvador personal; morando en ellos, santificándolos y guiándolos a toda verdad. De esta forma está siempre presente y eficazmente activo en la vida de la Iglesia.
1 Corintios 1:30 – Hch. 2:38 Mt. 28:19-20 –Jn 14:26 – Jn. 16:8.
5 – CREEMOS en la inspiración plenaria de la Biblia, por lo cual aceptamos que los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento, han sido escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, revelando infaliblemente la voluntad de Dios respecto al ser humano para su salvación, constituyéndose en la única regla de fe y práctica cristiana.
2 Tim.3:16-17–2 P. 1:21. Jn 17:17 – Prov. 30:5-6 Apoc. 22:18-19.
6 – CREEMOS que el ser humano fue creado a la imagen y semejanza de Dios; que cayó en desobediencia, haciéndose acreedor por lo tanto de la muerte física y espiritual. Todos los seres humanos nacen con naturaleza pecaminosa, y por lo tanto están separados de la gloria de Dios, llegando a ser salvos únicamente, por la obra redentora del Señor Jesucristo, consumada en la cruz del Calvario, cuya sangre derramada tiene el poder de limpiar del pecado, otorgar el perdón, librar de la muerte y condenación, dando acceso a la vida eterna y al Reino de Dios.
Gn. 1:26-27– 2:11– Rom.5:12 y 19.
7 – CREEMOS que la salvación para el ser humano fue provista por Dios por medio de Jesucristo desde la misma eternidad. Los que se arrepienten y creen en Él aceptándole como su Salvador, son nacidos de nuevo por medio del Espíritu Santo, recibiendo el don de la vida eterna, lo que les lleva a ser hechos hijos de Dios.
8 – CREEMOS que es la voluntad de Dios que cada creyente disfrute de la plenitud del Espíritu Santo, llegando a ser completamente santificado, separado de la vida en pecado; dedicado enteramente a cumplir con la voluntad de Dios, recibiendo poder mediante este, para vivir con efectividad el servicio cristiano.
9 – CREEMOS que la obra redentora del Señor Jesucristo realizada en la cruz ha hecho también provisión para la sanidad del cuerpo mortal La oración por los enfermos y el ungimiento con aceite indicado en Santiago 5:14 tiene validez para la Iglesia de nuestros días, siendo un privilegio el obedecerlo.
11 – CREEMOS que Cristo es la cabeza de la Iglesia, la que ha sido comisionada por Él para ir a todo el mundo como testigo en cumplimiento de la gran comisión de “ID Y PREDICAD EL EVANGELIO” y “HACED DISCIPULOS A TODAS LAS NACIONES”. La Iglesia local es parte del cuerpo de Cristo que se han unido para la adoración a Dios, la edificación de los que la componen por el conocimiento y estudio de la Palabra de Dios, la oración, la comunión, la proclamación del Evangelio y el cumplimiento de sus ordenanzas: el BAUTISMO y la CENA DEL SEÑOR.
12 – CREEMOS en la resurrección corporal de Cristo, levantado de entre los muertos por el poder de Dios, habiendo quebrantado para siempre el poder de la muerte, constituyéndose en primicia de la resurrección.
13 – CREEMOS en la Venida de Cristo para arrebatar a su Iglesia.
14 – CREEMOS que la Segunda Venida de Cristo a la tierra será personal, visible, premilenial, para poner fin a la gran tribulación y reinar por los siglos de los siglos. Esta es la esperanza bienaventurada del creyente, constituyéndose en una verdad vital como un incentivo poderoso para vivir una vida santa, fiel y de servicio.